Corren voces que las bicicletas adquiridas en pandemia terminaran en una casa de empeño. Solo quienes han experimentado esta sensación puede dar testimonio de lo que pasa por la mente, se dará cuenta de lo gratificante que es culminar una ruta, por más pequeña que sea. La fotografía adjunta fue tomada en uno de los cruces de Río Frío en Sarapiquí, Heredia, Costa Rica, siendo testigos de los miles de ciclistas concentrados en un mismo sitio, demostraba para aquel momento el cambio radical que se avecinaba.
Ello recuerda el tiempo de apogeo en las actividades de ciclismo recreativo fueron manifestación indudable de un cambio de mentalidad. Una buena opción, para ciclistas que iniciaban este deporte, emprendedores y grupos organizados de ciclismo fue adentrarse en este apasionante terreno, donde se sufre pero siempre se gana crecimiento personal. Gracias a la bicicleta es posible llegar a sitios naturales que de otra manera hubiese sido imposible explorar.
Ahí se forjaron amistades pasajeras y otras que prevalecen hasta el día de hoy. La actividad de ciclismo en vez de decrecer, toma impulso en tiempos de crisis. Esto no es nuevo, el viejo continente tiene varios ejemplos del crecimiento exponencial de las ciudades con vehículos y nuestro amigo del norte más de una historia, cuando se disparó el valor de los hidrocarburos. Entonces, esta editorial considera conforme las pruebas de los últimos tiempo, firmemente que la cantidad de ciclistas hoy, no es una moda, sino que llegó para quedarse.
Las voces que no quieren esto prospere, nunca asistieron a una actividad de ciclismo con miles de ciclistas, en Costa Rica. No es un hecho novedoso, basta ver los álbumes de fotos de ciclismo recreativo y los foros en las redes sociales de Latinoamerica, la bici es protagonista de la clase dominante, para darse cuenta que el ciclismo tiene bastante tiempo en crecimiento, gracias a la existencia de medios de comunicación alternativo y el internet ha sido posible visualizar este movimiento social.
No es casualidad que ya exista una ley de movilidad ciclistica, sino que ha obedecido a la movilización de los distintos grupos organizados pidiendo mejores condiciones en carretera. Cuidar nuestro medio ambiente es una situación de vida o muerte, buscar salud, libertad, formas distintas de movilización y mejorar el transporte público, debe ser la nueva consigna en tiempos de pandemia y post pandemia. Debe quedar atrás el «carrocentrismo». Quienes tengan mayor capacidad de movilización física, serán menos prisioneros del sistema y ante un holocausto -siendo una realidad- ya sabemos de generaría un colapso vial, la bici de seguro seria un medio para resistir.