Nicoya es una de las cinco zonas azules del mundo, relacionado a la longevidad de las personas y uno de los factores demostrados de dicha situación, es la dieta alimentaria, basada en el maíz, que en el cocimiento se utiliza cal, lo que genera un fortalecimiento prolongado de los huesos.
El conocimiento de cómo se elabora la tortilla Guanacasteca, el gallo pinto, el queso, es uno de los secretos que comparte las personas de Guanacaste, cada vez que se asiste al tour del desayuno en el pueblo. Desde hace unos meses los ciclistas hemos sido testigos del sabor en el arte culinario, así vivir una experiencia auténtica de alimentos en la bajura, no se debe dejar pasar cada vez que visites esta zona.
Nos encontramos que esta realidad trasciende y ahora hay grupos organizados, tal y como es el caso de «Las Mujeres del maíz», quienes han recibido subsidio, capacitación y mejor infraestructura por parte del gobierno e instituciones de bien social, para atender a las personas en un sitio seguro, cercano a la cultura de la región, que deriva desde siglos de existencia.
«Las Mujeres del Maíz», es un proyecto que nace en Nicoya, en este momento aglutina a más de sesenta mujeres de comunidades, en condición de vulnerabilidad, 100% Guanacastecas, quienes se han dedicado a procesar el maíz, generando diferentes productos, utilizando una técnica ancentral, en este caso se procesan en molinos artesanales, también de forma manual.
No se puede dejar de lado la cocina a la leña, en hornilla o con comales especiales, por ejemplo, para sacar las tortillas o en hornos de barro de arcilla natural que hay en la zona. En estos hornos de barro se fabrican : empanadas, tanelas (especie de pan de maíz) y rosquillas. De manera artesanal, las mujeres, durante generaciones, fabrican el chicheme, que es refrescante, echa de maíz pujagua o maíz morado o negro. También está el atol de maíz morado o negro, maíz pujagua que es un postre dulce muy rico.
La Municipalidad de Nicoya ha brindado acompañamiento para impulsar esta tradición, FEDEAGUA, que es una asociación de desarrollo alternativo en la provincia, brindan capacitación, además de gestionar los subsidios necesarios para mejorar lolas condiciones de estas personas. Es todo un reto que ha conllevado articular el trabajo de muchas personas en la comunidad, de esta manera crear buenas condiciones de salubridad y brindar a los visitantes una experiencia auténtica.
Desayunar, ver el uso de fuego como elemento principal y el horno de barro, implica todo un conocimiento que se transmite de generación en generación. Entonces, además de las comidas criollas, disfrutamos del paisaje alrededor de toda esta bella bajura, llena de humedales, avistamiento de aves y lagartos.
Pozo de Agua de Nicoya no es la excepción, un sitio donde se respira ambiente de paz, trillos por doquier para matar la fiebre del ciclismo de montaña y tomarse la foto, lejos de la aglomeración. Entonces, cuando visites estos pueblos, no dudes en contactar a las Mujeres del maíz, en red social, para que te compenetren con la técnica artesanal de la elaboración de los alimentos y de paso disfrutes del sabor de la comida auténtica Guanacasteca.